Confío
En el aire, como siempre,
En las bocas y en los
roces,
A lo lejos.
“Dame un beso y un abrazo”, dice él
Desde ese chat etéreo
y salvador.
Pienso en deshacer mi
cuerpo
Para saltar rápidamente
a amarlo.
Imposible
Y hasta en el pecho
me duele.
Entonces confío
En que algo grande y
hermoso
Confío en él y en su
milagro,
En la princesa de
rulos
Que soñamos locamente.
En los días felices
en familia.
Nuestra ensamblada y
unida familia.
Me aferro fuerte a
esto que siento
Mientras afuera
desgarra el invierno
Y rezo, muda, en mi
casita de madera.