Toque invisible

Génesis me prestó el título... era ese y no podía ser otro.

Toque invisible

Mil aristas desconocidas

De una voz familiar.

Algo resuena, entrecruza, conecta.

Eso que desoye lo extraño,

Acrecienta lo íntimo

Y reconstruye lo olvidado.

Para recobrarlo cuando el roce

Se hace caricia en ese cuerpo

Y se convierte en estela

De mil intrigas seductoras.

Materia

Materia

El cuerpo pide voz

Y encarna decidido

A elegir mejor,

A cumplir su destino.

Se obliga a lo quieto,

Acata el ruido.

Modela lo nuevo,

Construye olvidos.

Con el instinto en la boca

Posee otros cuerpos.

Agoniza y resplandece en goces,

Le da instantes a lo eterno.

Es el muro viejo,

La plaza vecina.

Es el hielo y la sombra

Caribe y cercanía.

Es todos en uno,

Y ninguno en el viento.

Como el polvo es la materia

Que no tiene tiempo.

Mañana

Mañana

La cortina cae.

Resuena turbiamente,

Aprisiona el eco,

Humedece lo oscuro.

Y sigue cayendo

Una vez vencida.

Es el espectro

De la verdad descarnada

Con mil palabras mudas.

Es la llanura chata

Que tímidamente siembra

 Diminutos colores

Deseando que algún día

Centellen de pureza.

Cicatrices

Cicatrices

Conozco sus ojos tristes.

Me transmiten ese dolor

Profundo, indecible, más que humano.

A punto de lagrimear,

Acostumbra a reposar frente a la ventana

Observando la nada

Y solo Dios sabe qué sucede en su cabeza.

Juega, corre y hace lo que debe

Pero sé que nació marcado

Y que cuando conectamos miradas

Compartimos cicatrices.