Mágico
Hacer pis es un hecho mágico.
¿Cómo lo hacemos?
¿Cómo se lo decimos al cerebro
Para que ese líquido que está adentro nuestro
Salga hacia afuera por medio de un “ahora”
mental?
Una vez que aprendemos a controlarlo,
Podemos darle la orden al cuerpo
Durante toda nuestra vida,
Varias veces al día.
Quizás la telepatía o la clarividencia
Se ejerciten de un modo similar
Y todavía no lo sepamos.
Hacer pis es un hecho mágico.
El Toto me hizo pensarlo así
Cuando me dijo por teléfono,
Con sus tres años recién cumplidos,
Que ya había dejado los pañales:
“Cucu, ya soy grande. No uso más pañales”.
“¡Qué bueno! Te felicito, mi amor.
¿Qué querés que te llevemos de regalo con Gabi?”
“Un calzoncillo del Hombre Araña”,
Dijo con toda seguridad.
Hacer pis es un hecho mágico.
Tan mágico como conseguir un mini calzón talle 1,
Con la estampa del súper héroe de San Lorenzo.
-Eso le hice creer al rubio mientras mirábamos la
peli-.
En su defecto recibió dos boxers con botoncito,
Uno rayado y otro verde,
Que, creemos, le agradaron igual.
“Si no te gustan, los cambiás, Toto”.
Hacer pis es un hecho mágico.
Y como toda magia requiere un ritual,
El Toto se encarga de hacerlo protocolar:
“Voy a hacer pis”, anuncia, así todos estamos al tanto.
“A la planta", indica la mamá,
Y él camina, ya con los calzones bajos, hacia ese
rincón de la terraza.
De espaldas a todos los espectadores,
Se concentra
con el pitín entre las manos.
-Claro que sí. Las primeras veces, la hazaña requiere
de mucha atención–.
Y después de que el chorrito hace la curva pertinente,
Se sacude y pide una servilleta, para limpiarse la
varita mágica.
Y es que las gotas perdidas, al Toto no le gustan.
Y menos las salpicadas.
Por eso tiene cerca la regadera
Que usa para baldear el piso
Y lavar con efecto lluvia
Sus lindas patitas, siempre al aire libre.
Hacer pis es un hecho mágico.
El Toto no sabe cómo,
Pero logra con eficacia hacer su truco.
Y por eso nos entrega esa proeza natural,
En cada una de sus actuaciones.
