“A las flores de un día
que no duraban,
que no dolían,
que te besaban,
que se perdían”.
que no duraban,
que no dolían,
que te besaban,
que se perdían”.
“Aves de paso”, Joaquín Sabina.
Intercambio corporal
Libres como pocos,
Sueltan lo que tienen
Justo en el momento en el
Que se enciende el roce.
Cada cuerpo se lleva
La misma piel que entrega
Y no hay madeja ni ovillo,
No hay rollo ni planteo
Todo camina al balanceo
De dos ritmos coordinados
Que evitan lo cotidiano
Como a los amores de primavera.
Se entregan, aves de paso,
A lo que surja en el viento
Sin promesas, ni lamentos,
Con la claridad de los besos
Que se funden en esas bocas
Que ya no son de nadie,
Y les pertenecen solo a ellos.
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