“De mi estadía quedan
las magias y los ritos,
Unas fechas gastadas
por el soplo de un despiadado amor,
La humareda distante de
la casa donde nunca estuvimos,
Y unos gestos dispersos
entre los gestos de otros que no me conocieron”.
Olga Orozco
Lo que queda
Queda un soplo.
Algo de lo que era,
Una pequeña molécula.
Como si de eso
dependiera la vida.
Reconozco muy poco de
ese tiempo.
Prefiero olvidar cómo
me dormía.
Prefiero guardar
lejos
Incluso lo bueno.
Gasté el pensamiento
de que
Estés en mi puerta
alguna tarde.
Ya no espero nada.
No estoy más acá.
Me mudé,
No recuerdo el día.
Esto es lo que queda
De lo que conocías.