domingo, 16 de octubre de 2016

Lo que queda


“De mi estadía quedan las magias y los ritos,
Unas fechas gastadas por el soplo de un despiadado amor,
La humareda distante de la casa donde nunca estuvimos,
Y unos gestos dispersos entre los gestos de otros que no me conocieron”.
Olga Orozco



Lo que queda

Queda un soplo.
Algo de lo que era,
Una pequeña molécula.
Como si de eso dependiera la vida.
Reconozco muy poco de ese tiempo.
Prefiero olvidar cómo me dormía.
Prefiero guardar lejos
Incluso lo bueno.
Gasté el pensamiento de que
Estés en mi puerta alguna tarde.
Ya no espero nada.
No estoy más acá.
Me mudé,
No recuerdo el día.
Esto es lo que queda
De lo que conocías.





lunes, 18 de julio de 2016

Nómade



Nómade

Fulminante entró esa noche, sin pedir permiso. Siempre tan él, y
Una mañana se volvió a ir, fiel a su estilo errante. Así, sin freno,
Estalló aquí dentro todo; besó la piel y desgarró hasta los huesos.

Abrazos y penas que fueron y vinieron, solo con el viento.
Más dulce y pasional no pudo ser. Íntimo, bien nuestro, letal.
Olas de su voz construyéndome castillos de arena, todavía me sacuden brutales. Y
Retumba cada día su violento abandono, en horas y lugares insospechados.




sábado, 28 de mayo de 2016

Próxima


Próxima

Nada de lo viejo brilla.
Otra dimensión entró un día
Para rescatarme silenciosa.
Y nada de lo nuevo brilla
Todavía.
Pero en sucesos desconocidos
Se teje preciso el dominó
De esos hechos felices
Que esperan mi llegada.  





lunes, 25 de abril de 2016

La puerta


La puerta

La puerta
Me atormenta
Cada día.
Es el vacío, la ausencia.
La confirmación de lo roto.
La cara de lo no elegido.
Es el año que pasó
Con esos sueños sepultados.
Es el llanto mudo
De la tristeza bajo capas.
Es la crudeza de la Nada
Estrellándose infinitamente
Contra el vidrio.
Todas las veces,
Con la misma llave
Y en cada nuevo giro.

jueves, 31 de marzo de 2016

El cuerpo



El cuerpo

Esa mañana
El cuerpo me despidió
Con gestos de amor.
Lo recuerdo todo.
Asomaba leve el frío
Cuando el subte
Lo esperaba
Para desaparecerlo
Ante mis ojos.
Hacía un rato apenas
El cuerpo había expresado
Un deseo imposible:
“No me quiero ir”.
En ese instante
Su mano y la mía
Se buscaron entendiendo
Que ya no había
Más tiempo.
Sé que mientras
El cuerpo dormía
Sentía todos mis besos.
Inmóvil
Solo aguardaba recibirlos
Para no concluir la escena.
Y es que
Ponerlo en palabras
Me anudaba la garganta.
Pero esa era mi forma de decirle:
“Quisiera que te quedes”.



jueves, 10 de marzo de 2016

Ecos


Ecos

Palabras escuchadas
Resuenan en mí
Cada uno de los días.
Una frase tras otra.
Todas
Me irrumpen
En eterno resplandor.






domingo, 7 de febrero de 2016

Yapa


Yapa

Ahuecada.
Sin margen ni manera.
Solo las peludas orejas de tilo
Saben sacarle una sonrisa.
Lo demás es rotura inhumana.
Suena el recuerdo de aquel tango
Colado, audaz y hermoso;
 Atrevido entre Pappo y Sumo.
Era el marco perfecto
Para ese abrazo desnudo y amoroso,
En la conocida cama alquilada.
Supo al instante,
Entre despierta y dormida,
Que estaba en su mejor paraíso.
Él, nido de calor en el que podía
Sentirse viva y feliz.
Medialunas y café con leche,
Luminosa mañana de yapa
 De las que no vuelven más.






lunes, 18 de enero de 2016

Cuestionario


Cuestionario  

¿Y si pudieras ver
Desde lo alto de ese bosque
Las gardenias de mi pelo,
Qué matices tendrían?

¿Y cuando me convierta en aire
De limón dulce y burbujas,
Con qué palabra amorosa
Me acercarías a tu tierra?

¿Y si esta boca fuera
De fruta y chocolate,
Podrías saborearla
Y reconocerla mía?

¿Con qué inexacto mapa
Me sigue tu instinto,
Desorientado en el silencio,
Al no saber por qué
Busca, sin rastro,
 El aroma que lo eleve?

No estás ni cerca
De mi mano, ¿o sí?
¿Y si reconocieras mi sonido,
Pero fuera el de la pena,
Igual te quedarías?




miércoles, 6 de enero de 2016

Presagio


Presagio

 Hay algo
Que viene zumbando en el sigilo,
Y es inquietante en lo invisible.
Cruje más con el calor de la noche,
Como un oxidado molino mecánico.
Se oye como el golpe de
Una ola violenta y pegajosa
De humedad repentina
Y opresiva sobre el rostro.
Un péndulo de luz rota e intermitente
Que fatigosamente se balancea
Sobre una pared ardiente,
Que lleva años sin ser pintada.
Una hoja calcinada
Que se sigue retorciendo,
Pesarosa y muda.
Y rechina desde adentro,
Vislumbrando
Un barrido eléctrico de
Agobiantes tempestades. 


domingo, 3 de enero de 2016

En Amy


En Amy

La flamante chica pin-up
Destroza la cámara de angustia,
 Con esos ojos verdes ultra maquilados
 Que matan lento a cualquiera.
Su voz castiga sin sobriedad alguna
A quien llamaba “my fellow, my guy”,
Y con qué genial estilo lo hace.
Sus frágiles piernas delgadas,
No vacilan en su potente melodía.
Solo en el escenario encuentra la armonía
Arrancada de los otros pedazos de su piel.
El vaso le sirve de muleta,
Para poder repetir sin sentir
Las estrofas que aún más le duelen:
“You go back to her,
And I go back to black”.
Muerta cientos de veces,
Hace letras con ese adiós
Que solo tuvo palabras.