miércoles, 21 de febrero de 2018

Norte


Norte

El lugar fue la celebración
De lo bueno.
La risa ruidosa amaneció
Entre la lluvia que no importaba,
Y se cubrió de serpentinas
Y nubes de espuma en lo alto.
Pensó que ya merecía la calma;
Esa que había buscado por años.
Y se dedicó a contemplar
El vacío colorido de las montañas,
A abrazar con amor al dulce niñito  
Y a tomar agradecida los regalos
Que la vida le entregaba en abundancia
Para que permitiera la alegría.