Boda Real
Los novios se acomodan
Para observar el gran espectáculo.
Arranca el tremendo tango
De Astor
Piazzolla,
“Adiós Nonino”,
Y la Boda Real se llena de lujo.
Máxima se deleita los oídos
En la sonrisa y en los ojos.
Lo disfruta, desierta,
En cada pedacito de música.
Siente lo que solo ella:
Se va por momentos
Como extraña y ajena.
Guillermo no puede seguirla.
Dejó de adivinarla
En el primer acorde.
Hay una parte
Que le resulta hermética,
Extranjera, Otra.
Es cierto
Muy pocos captan lo que
Llora moderada, indecible.
En la médula, Buenos Aires,
La distancia y esa ausencia.
Porteño dolor en melodía,
Brilla engalanando la noche.