Presagio
Hay algo
Que viene zumbando en el sigilo,
Y es inquietante en lo invisible.
Cruje más con el calor de la noche,
Como un oxidado molino mecánico.
Se oye como el golpe de
Una ola violenta y pegajosa
De humedad repentina
Y opresiva sobre el rostro.
Un péndulo de luz rota e intermitente
Que fatigosamente se balancea
Sobre una pared ardiente,
Que lleva años sin ser pintada.
Una hoja calcinada
Que se sigue retorciendo,
Pesarosa y muda.
Y rechina desde adentro,
Vislumbrando
Un barrido eléctrico de
Agobiantes tempestades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario