Infinito
Marzo en el cielo azul de la tarde.
Brisa tibia, clima ideal, calmo disfrute.
Es de esos días que no quiero que se apaguen
Porque algo compartido parece
Sentirse muy igual en dos cuerpos muy distintos.
Y ni siquiera hacen falta las presencias
Para expresarlo todo del mismo modo.
En ese lugar común, encuentro.
Como las manos en el muelle,
Cruzando el respaldo del banco de madera.
Sin tiempo,
El roce trae el presente
Y no existe mucho más que eso.
-¿Alguna vez te dije que te amo?
-No.
-Así es.
-¿Todavía?
-Siempre.
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